miércoles, 5 de enero de 2011

Nuevos delincuentes para los viejos crímenes

La realidad es esta: la humanidad lleva siglos sometida a los mismos crímenes. los delitos de lesa naturaleza nos acompañan desde que la civilización antepuso el negocio a todos sus principios. Ahí están para infamia de nuestra cultura, Las Médulas en el Bierzo. Convertidas en Patrimonio de la Humanidad, constituyen el paradigma del disparate. ¿Se puede hacer patrimonio de la humanidad un atentado ecológico perpetrado durante décadas cuyo resultado fue la eliminación literal de toda una sierra, solo por conseguir oro? ¿Acaso es menos delito porque quienes lo hicieron hablaban latín? ¿Cuál es el patrimonio de la humanidad en Las Médulas? ¿la sangre derramada por los miles de hombres que trabajaron forzados en esas minas, el oro expoliado, los ríos desviados, las montañas derruidas? ¿Qué pasa con la memoria histórica? ¿Acaso se olvida al cabo de unos pocos siglos?
Los romanos eran unos delincuentes, y no de guante blanco, cuando se trataba de expoliar.
Pero el expolio continua. Desde entonces, no ha parado. Los crímenes son viejos, pero los delincuentes se renuevan de generación en generación.

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