martes, 1 de mayo de 2012

Proyectos ferroviarios tardíos en Galicia : el ferrocarril Transcantábrico

Viveiro. ©F.J.Gil
En Galicia las palabras ferrocarril y tardío van parejas desde el principio. Pero hubo tres trazados que se demoraron especialmente. La comunicación directa A Coruña y Vigo por el corredor atlántico y la vía relación entre Vigo y Madrid por la vía de Zamora fueron objeto de sendos artículos publicados el pasado mes de abril. Ahora le toca a la más demorada de todas ellas, una conexión ferroviaria pendiente desde finales del XIX: el Corredor Transcantábrico. El transcantábrico tiene su origen en una ley de 1877 que regula la concesión de los ferrocarriles de vía estrecha, los ferrocarriles secundarios, y que se materializa con una solicitud en 1883 de un trazado de esas características entre Ferrol y Gijón. La Ley de Ferrocarriles Secundarios, de 1904, reduce la aportación del Estado a esta inversión, de 200.000 pesetas por kilómetro, a 126.000 con lo que dificulta su materialización.

Cuatro años más tarde, se redacta la Ley de Ferrocarriles Estratégicos, y hay aportaciones excepcionales al amparo del hecho de que es necesario para la defensa nacional que el Arsenal de Ferrol cuente con mejores comunicaciones. Gracias a esa política, se construyen primero el pequeño tramo de Ribadeo a Pravia y, en 1921 el de Mera a Ferrol. Pero la situación se estanca una vez más. En 1928, el conde de Guadalhorce, plantea el Ferrol-Gijón dentro del catálogo de “Ferrocarriles de urgente realización”, lo cual le da un nuevo empuje al proceso de construcción, pero no el suficiente. El ferrocarril transcantábrico se irá construyendo a tramos,  paralizado por la Gran Guerra (la primera), luego por la II República, detrás vendrá la Guerra Civil y, cuando termina, la crisis en la que se ve sometida la economía española complica todavía más la culminación de este proyecto. El trazado pasa a la compañía pública Explotación Ferroviaria del Estado, que tampoco completará trazado. Habrá que esperar hasta 1972, bajo la tutela de FEVE (Ferrocarriles de Vía Estrecha), para ver culminada la línea férrea que discurre por Galicia, Asturias, Cantabria y el País Vasco. Se convierte en el último enlace ferroviario que entra en servicio en Galicia, después del ramal Puerto de Vigo-Redondela, que se inauguraría un año antes.

La línea transcantábrica se destina fundamentalmente a tráfico de mercancías y de viajeros en servicios regionales o interregionales. No existe ningún tren que salga de Ferrol y nos deje en Bilbao o viceversa, ni tampoco hay conexiones directas con Santander. Pero sí es posible viajar a Gijón y a Oviedo desde Ferrol por un trazado que enlaza la ciudad departamental con Xuvia, Ortigueira, Viveiro, Burela, Foz, y Ribadeo.

Y, por supuesto, para los más potentados, existe el Transcantábrico, el tren de lujo más emblemático de cuantos existen en España.

No hay comentarios:

Publicar un comentario