Oh fortuna velut luna, statu variabilis. Ningún día más
apropiado que el de la lotería de navidad para recordar los cantos del Beurón,
es decir Carmina Burana,–a mi amigo y también redondelano Suso Pérez Varela le
atribuyen que les llamó Carmiña Burana y no sé por qué se rasgaron tanto las
vestiduras los culturetas por hacer una traducción literal al gallego–. La
fortuna, como la Luna, es siempre variable. Ahora les toca en forma de gordo de
navidad a los vecinos de Grañén, lo cual quiere decir que no nos toca a
nosotros, los de Redondela. También les tocó a los bancos a los que el Banco
Central Europeo acaba de soltarles la nada despreciable cifra de 500.000.000.000
de euros. Dicho en román paladino: quinientos mil millones de euros. Un
préstamo al uno por ciento de medio billón de euros. Esto me plantea una receta fantástica para acabar,
de un plumazo, con un millón de parados: présteles el Banco Central Europeo quinientos
mil euros a cada parado, al uno por ciento a tres años, para que se los preste
al nuevo ministro de Economía en forma de deuda del Estado. Y he aquí que, de
repente, tenemos un millón de rentistas dándose de baja de las listas del Inem,
que con los veinte mil euros al año que ganarían cada uno de ellos con esta
operación, dejarían de convertirse en subsidiados para ser acreedores del nuevo
gobierno, cotizantes en la Seguridad Social y pagadores del impuesto sobre la
renta de las personas físicas. Al fin y al cabo, los bancos europeos es lo que
hacen cada vez que el Banco Central les hace regalos de esta naturaleza,
perdón, quise decir, préstamos. La diferencia entre una operación y otra es
que, la lotería de los préstamos al 1 por ciento en vez de beneficiar a unos
pocos, dejaría sin agobios a un millón de familias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario