La noche del 9 al 10 de agosto suele ser popular por una
lluvia de estrellas fugaces: las perseidas, también conocidas por la fecha en
la que suelen tener su máximo apogeo como las “Lágrimas de San Lorenzo”. Pero
este año hubo una cita en que superó en público y en actividad al
acontecimiento astronómico: la “Noite Branca”. Bajo este nombre tan poco
revelador se escondía, sin embargo, una ambiciosa y sorprendente programación
cultural. Ambiciosa, porque desplegó todos los efectivos de la red museística
viguesa: Casa das Artes, Casa Galega da Cultura, Pinacoteca Municipal, Museo
Liste, Centro de Artesanía Tradicional, Verbum, Museo de Arte Contemporánea y
Museo Quiñones de León. Sorprendente, porque con los recursos propios de su
patrimonio artístico, Vigo fue capaz de seducir a decenas de miles de
ciudadanos propios y ajenos que salieron a la calle a tomar la ciudad y sus
museos, a disfrutar de actuaciones musicales de todo tipo y a dejarse
sorprender por un tesoro artístico que para la mayoría de quienes participaron
de este inusual programa era absolutamente desconocido.
Inauguración de la exposición "Nowhere..." en la Casa das Artes. El arte urbano toma el palacio de invierno de las artes viguesas. ©F.J.Gil |
La programación comenzó en la Casa das Artes, con la
inauguración de la exposición “Nowhere. Propostas fóra de lugar”. Una propuesta
arriesgada que triunfó, tal vez por eso, porque rompía con todos los cánones de
las exposiciones ortodoxas –y también de las heterodoxas– que se habían
organizado hasta la fecha en este espacio cultural desde su inauguración en
1990.
Visita guiada por el jardín histórico del Pazo Quiñones de León en Castrelos. ©F.J.Gil |
Media hora más tarde comenzaban las visitas guiadas en el
Marco, en el Verbum, en la Pinacoteca Municipal, en el Museo Liste y en el
jardín histórico de Castrelos. Se sumarían luego las visitas teatralizadas en
la Fundación Laxeiro y en el museo de la ciudad en el Pazo de Quiñones de León.
La cosa no acabaría ahí: los conciertos en la calle delante del Marco, en los
jardines del Pazo de Castrelos, en el Verbum… La iniciativa de la Concejalía de
Cultura del ayuntamiento vigués arrancó como una locomotora a la que se
engancharon otras muchas propuestas realizadas desde colectivos de comerciantes
y hosteleros en el casco antiguo y en las calles del centro.
En la calle Londres, el mural del Marco fue tomando forma y color. ©F.J.Gil |
El resultado fue
una noche sin precedentes en la que centenares de personas, muchos vigueses
pero también turistas que estaban aquí de vacaciones, o jóvenes que se habían dejado
caer para disfrutar de “O marisquiño”, descubrían una interesante selección de
la colección de pintura europea de la que somos propietarios los vigueses
gracias al legado de Policarpo Sanz; o un paseo por los fondos de la colección
de arte gallega del siglo XX que posee el Museo de Castrelos y que están
expuestos parcialmente en la Pinacoteca Fernández del Riego; o los singulares
laberintos de la comunicación humana en los cubos de la exposición del Verbum; o
la espléndida obra de dos grandes pintores que donaron a la ciudad de Vigo lo
mejor de su producción artística: Luis Torras y Laxeiro; o los dibujos
juveniles de Colmeiro; o la mejor selección de su obra pictórica, que forma
parte del patrimonio artístico vigués.
La calle del Príncipe se convirtió en un escenario musical con una gran concurrencia de público que disfrutó del concierto. ©F.J.Gil |
Y todos descubrimos algo más, mucho más interesante todavía.
Se puede hacer disfrutar al público y promover la cultura sin grandes medios,
sin grandes aspavientos. Pero lo que es más importante: se puede conseguir el
éxito con los recursos propios, nuestros músicos, nuestros artistas plásticos y
nuestros museos.
No faltó la propuesta gastronómica, en este caso el smorgasbord de Miguel Oliveira. ©F.J.Gil |
Las lágrimas de San Lorenzo llevaban años decepcionándome.
Además, este año, todavía es posible verlas, si es que se muestran debidamente,
en las noches del 11 y 12 de agosto. Con respecto a la Noite Branca, solo espero
una cosa: que pronto podamos hablar de ella en plural, como en la novela de
Dostoievski. Que tras la primera noche blanca de Vigo del 9 de agosto de 2013,
venga una segunda noche en 2014 y otra en el 15 y así siempre.
A ver si son capaz de que entre o comentario. Este é un exemplo que como nos periódicos "normais" desapareceron os xéneros. Esta reportaxe debería andar polas páxinas de papel.
ResponderEliminarDebería, meu. Pero os de papel non pagan e eu gratis solo traballo para Florindo Lenteja. Grazas polo teu comentario e polos teus magníficos artigos do Blog-Up que non perdo.
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