Cuentan que a la mayor parte de las escuadras que cruzaban
el Atlántico con el oro, la plata y demás elementos preciosos con los que el
entonces rey de España pretendía pagar parte de sus deudas y guerrear por
Europa adelante eran pirateadas en el camino porque la mayor parte de los
barcos carecían de pólvora y proyectiles para defenderse. ¿Por qué? La pólvora
se la gastaban en lanzar salvas a la despedida del puerto y los proyectiles,
sencillamente, llevaban menos de los que declaraban porque así destinaban el
peso y el espacio que ocupaban en traer de contrabando riquezas que no
declaraban. La corrupción y la picaresca llevan con nosotros tantos años como
la misma historia.
Pero yo iba a lo de gastar la pólvora en salvas y me vino
este recuerdo a la mente a raíz del debate entre la gramática machista y el
lenguaje políticamente correcto desde el punto de vista del género que ahora
quieren aplicar, supongo que para poder discutir sobre algo en lo que se puedan
gastar ríos de tinta, horas de tertulia y sesiones de debates sin la necesidad
de invertir el tiempo en algo productivo que es de lo que huyen como gatos del
agua, los líderes sociales y políticos.
Hace unos años, antes de que comenzara el furor por el “todos
y todas” que siguió con el disparate de miembros y miembras y por lo que veo
todavía no acabó, empezaron a perpetrarse cafradas sintácticas y semánticas en
aras de un lenguaje reivindicativo en el terreno laboral y profesional. ¿Decir
fiscala es feminismo? Falso. Simplemente que alguien estaba jugando a los
submarinos en vez de atender en clase cuando tocó aprender esa parte de la
gramática que explica que hay ciertos sustantivos que no varían con el cambio
de género y hay otros que tienen un significado diferente cuando se utilizan en
masculino o en femenino. Cada vez que oigo o leo hablar de la jueza me chirrían
las neuronas. Pero, ojo, mucho antes me chirriaba con la misma intensidad
cuando veía o escuchaba la palabra modisto, hoy admitida como válida por la
Real Academia, pero que es un disparate supino, pues es de todos sabido que las
actividades terminadas en ista no tienen distinción de género: deportista,
ciclista, especialista, electricista… Supongo que algún diseñador de moda de los años ochenta se sentía
incómodo porque temía que lo considerasen maricón y acuñó el palabro que luego
colocó en el diccionario algún amigote suyo, tan ignorante como él. En el
diccionario de 1970 modista era la persona que tenía por oficio hacer prendas
de vestir y ni a Cristóbal Balenciaga ni a Valentino ni a Ives Saint Laurent les
había causado ningún trauma.
Empecé a colaborar con la Wikipedia (esto es un inciso) y me
cabreó mucho, muchísimo que a O Carballiño le llamen Carballino y que a Arteixo
le llamen Arteijo bajo la irrisoria disculpa de que es su nombre en castellano.
En cambio no le llaman Mónaco de Baviera a München. Pero lo que me pareció el
padre de todos los disparates fue que incluyeran una entrada que se llame
“modisto” y que pese a que un wikipedista
con buen criterio planteó una
discusión razonable sobre la base de que esa forma carece de fundamento
léxico, no han aceptado lo razonable, lo lógico, lo correcto. A partir de ahí
he decidido interrumpir mi participación en la Wikipedia en español hasta que
los defensores del castellano más talibán dejen de ser los guardianes de la
pureza del idioma en la wiki española.
La cuestión es bien sencilla: a Adolfo Domínguez le
llamaremos modisto cuando digamos que Contador es un ciclisto, Nadal un tenisto
y a éste que os escribe le digan periodisto.
Y a la juez la llamaremos jueza, cuando la nuez sea nueza.
En resumen. ¿Discutir sobre esto? Nunca. Si en algo se puede
contribuir a mejorar la condición femenina es con leyes que pongan fin a la
discriminación salarial o a la incapacidad de conciliar la vida laboral con la familiar o que acorten la
alta tasa de paro. Pero pensar que con ponerle una a al final de una palabra se
pone fin a la discriminación es tan ridículo como creer que porque se abarate el despido o se rebajen los
sueldos a los funcionarios España va a ser más competitiva.
No hay comentarios:
Publicar un comentario